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jueves, 18 de noviembre de 2010

A Los Pies Del Maestro


A  LOS PIES  DEL MAESTRO


I-          Introducción

María Magdalena escogió estar a los pies de Jesucristo, a pesar de las críticas que hacián quienes le rodeaban.   Aún  quienes le conocían la rechazaban; pero ella no cesó en su empeño de mostrarle a su Maestro lo agradecida que estaba por haberla salvado y perdonado. Ella estaba dispuesta a pagar el costo, pues en su propia carne sentía el toque milagroso, libertador y perdonador del Señor. Ahora podía experimentar  el gozo de vivir una vida de entraga total al Dios todopoderoso. Le restaba solo alabar y adorar al rey de reyes y Señor de Señores. Sus lágrimas expresaban el sentir de un corazón contrito y humillado ante tan hermosa expresión de amor. Cuando se mira en el espejo del Salvador, reconoce su insuficiencia, su pecado y esto la lleva a una rendición y dependencia total, A LOS PIES DEL MAESTRO.
Veamos el pasaje: Lucas 7(37-38)
36  Uno de los fariseos (Simón, el leproso) rogó a Jesús que comiera con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
    37 Entonces una mujer (María Magdalena) de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
    38 y estando detrás de él a sus pies llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los secaba con sus cabellos; y besaba sus pies y los ungía con el perfume.
44 dijo Jesús ¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para los pies, pero ella me ha bañado los pies en lágrimas y me los ha secado con sus cabellos.
45 Tú no me besaste, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies.
46 Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió los pies con perfume.
47 Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama. 
Marcos 14 (1-6)
 3 Pero estando él en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho valor; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
    4 Entonces algunos se enojaron dentro de sí, y dijeron:   --¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?,
  5 pues podía haberse vendido por más de trescientos denarios y haberse dado a los pobres.  Y murmuraban contra ella.
    6 Pero Jesús dijo:   --Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.

Vocabulario
  
                                     
-       Alabastro=  piedra blanda y fina, especie de mármol traslúcido. Con ella se hacían frascos sin asas destinados a guardar perfumes. Aunque después se fabricaron de otros materiales, siguieron llamándose "vasos de alabastro".

-       Marcos 14:3 Nardo: ungüento muy valioso, hecho de la planta del mismo nombre e importado de la India.
-       Marcos 14:5 Trescientos denarios: casi un año de salario de un jornalero.
Simón, un fariseo que a su vez lo conocían como: “el leproso” preparó un banquete para Jesús quizás con el anhelo de su corazón de ganar el favor del maestro. Lo imprevisto de la aparición de aquella mujer, los deja sorprendidos; porque su actitud acapara la atención  del Señor…Esto produjo un sentido de mal gusto en el anfitrión que esperaba poder ganar el favor de Jesús; aunque realmente Él (Simón) no le reconocía como hijo de Dios. El hecho de que ella no había sido invitada, acrecentaba la molestia entre los invitados. Lo colmó la copa del desagrado fue cuando Jesús mismo confrontó a Simón. Como buen anfitrión Simón, debió haber provisto agua para lavarle los pies a Jesús y no lo hizo, sin embargo aquella mujer lavó sus pies con su lágrimas. No le recibió con un beso, pero ella no había dejado de besarle los pies al maestro. Tampoco le ungió con aceite, mas la mujer que había sido “tan pecadora”, derrama sobre la cabeza de su Señor lo más valioso que tenía, El perfume de alabastro.
La actitud de aquella mujer que se le perdonó mucho/ así mismo amó y . . .
                                                               
1-  Sin temor se humilla ante el Señor y derrama su alma delante de El
2-  Sus lágrimas sobre sus  pies, son una oración de agradecimiento por lo mucho que El Señor le había perdonado. Ella sabía que su pecado era grande y que la misericordia del Señor le libró de la misma muerte.
3-  Sus cabellos limpiaron aquellos hermosos pies que pronto habían de ser heridos. (herido por nuestras rebeliones y nuestro pecado).
4-  El estar postrada ante sus pies, era símbolo de una genuina  adoración, porque sabía la verdadera procedencia del Maestro,  venía de Dios e iba a Dios.
5-  Dio lo más valioso que tenía sin reparos y sin esperar nada a cambio y unge al maestro,  desde la cabeza hasta los pies, reconociéndolo como profeta, sacerdote y  rey de reyes y señor de señores,
6-  La actitud de aquella mujer, movió el corazón del Señor a compasión, ganó Su favor y sin tener en cuenta  la procedencia de ella, reconoce su obra y la exalta aún a pesar de las críticas que se habían levantado en su contra.

7-  Cuando nos disponemos a adorar a Dios en espíritu y en verdad,     muchas cosas suceden.
o   Se sufre el rechazo de parte de aquellos que no pueden entender la obra redentora de Cristo en la vida de todo aquel que se arrepiente de su pasada manera de vivir.
o   Emiten juicios incorrectos; porque no ven las cosas desde de perspectiva de la palabra de Dios, sino mas bien desde su propio sistema de valores.
o   Las  críticas surgen  simplemente porque no pueden ver las cosas como el Señor las ve.
o   Hay enojo, porque su mirada está puesta en lo material y no en lo espiritual.
o   Luego se manifiesta la murmuración no entienden la obra que el Señor está haciendo en la vida del creyente que le busca de corazón y está dispuesto a sacrificar todo por obtener el favor y la bendición del Dios todopoderoso.
8-  No esperemos que los hombres nos aplaudan, pues solo el señor puede saber lo que hay en nuestro corazón.
9-   Para que de nosotros brote la mejor fragancia, tenemos que sufrir quebranto, tenemos que sufrir persecución, rechazo, dolor, desamor, a veces por aquellos en quien más confiamos. Nuestra fe tiene que ser probada como el oro, por fuego.
10-   El quebranto nos lleva a los pies del Señor, a los pies de aquel que nos ama con un inmenso amor y lo única que espera es que clamemos a él para darnos gracia y el oportuno socorro.
Conclusión
Procuremos tener una vida de entrega completa y constante ante Dios. No permitamos que  nadie interrumpa nuestra relación con Dios. La verdadera adoración no es de temporada, esta debe ser por siempre y sin importar las circunstancias por las que estamos pasando.  Tenemos que permitir que los nardos den su olor y que este olor sea uno fragante ante la presencia del Señor. Este debe ser nuestro sacrificio ante nuestro Dios. Al Señor le agrada que nos rindamos ante El sin reservas. El quebrantar nuestro alabastro implica  morir a nuestro yo, para el Señor pase a ser el centro de nuestras vidas. Sabemos que si Él toma el control de nuestras vidas todo nos ha de ir bien porque su voluntad para con los que le sirven es buena, agradable y perfecta.


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